miércoles, 27 de enero de 2010

Iberia en diciembre

¡Oh! ¡Qué experiencia! ¡Qué sublime! ¡Qué ganas de matar!

Todo empezó el día 18 de diciembre. Debería haber cogido en Schiphol el vuelo de las 8:00h con destino a Madrid. Que no es que yo no estuviera a tiempo, sino que los operarios decidieron quedarse a dormir una hora más (o algo así). Porque a las 8:00h estábamos embarcando y a las 8:55h estaban quitando todavía la nieve del avión. ¿Por qué iban a madrugar pudiendo retrasar el vuelo una hora?

Pues nada, que a las 9:05h salimos. Y llegamos 1h tarde a Madrid y no pude coger el enlace a Coruña. Que no es que el avión hubiera salido ya, sino que la rubia de bote que cuidaba la puerta decidió que "por normas de aviación civil y según el reglamento vigente en aras de la protección y la seguridad mías y de los viajeros, yo debería viajar acompañado de mi maleta" y a ellos no les daba tiempo a hacer el trasvase. La susodicha me indicó dónde podría encontrar una oficina de Iberia para reclamar, así que para allí me fui.

Había ya un par de personas de cola en cada mostrador (4 mostradores estaban activos). Yo no era el único que llegaba de Ámsterdam y perdía el vuelo, del mismo modo que el de Ámsterdam no era el único que llegaba tarde ese día. Y solo eran las 11:00h de la mañana. Después de buscar alternativas en otras compañías (para lo cual me decían que tendría que recoger mi maleta y volver a facturar, por lo que no quise), me dieron plaza en un avión a Santiago para las 15:50. Además del bono de comida, ¡faltaría más!

Y mientras, vi salir el avión a Coruña.

Mientras me encontraba yo deambulando por la T4 (que es grande, pero ya me la había recorrido de punta a punta varias veces) se me dio por mirar a las pantallas. Todos los vuelos parpadeaban en azul indicando "retrasado, hora estimada XXX". Así que allá me fui yo al mostrador de nuevo. Para entonces ya había comido, tenía el estómago más tranquilo y estaba ya en plan sarcástico. Pero también había mucha más gente. De hecho, la cola del mostrador ya daba la vuelta a la manzana (sí, el mostrador está en un cubículo en el medio del pasillo) aunque, como no tenía más que hacer, me puse en ella.

Cuando llegó mi turno...

- Hola de nuevo.
- ¿De nuevo?
- Sí, estuve antes por aquí pidiendo asilo. Que mira una cuestión... ¿es cierto eso que veo en la pantalla de que el vuelo que me has dado se va a retrasar?
- ¿Qué vuelo?
- Uno a Santiago.
- A ver que miro... ¿Es el de las ?
- No preciosa, ese era el que me querías dar con Spanair. El de las 15:55h.
- A ver, déjeme ver... Pues no, aquí me dice que está en hora.
- Ya, ¿y por qué decía la pantalla que embarcaríamos a las 16:45h?
- Bueno, puede haber sido un error.
- Vale, pero por si no lo era... ¿me puedes mirar si habría uno más pronto a Vigo?
- ¡Huy, qué va! Vigo está imposible. Lo he mirado antes para estos señores que quieren ir a Lisboa y nada... - apuntaba a 3 familias de padre + madre + 2 niños a los que había estado realojando en hoteles justo antes de mi turno.
- Ya, bien, ¿entonces me tocará vivir otro retraso?
- No sé, ya le digo que...
- ¿Me das un bono para bebida?
- Ay, eso no lo puedo hacer yo, debe hablar con mi compañera - apuntó a una chica que tenía una cola más larga que la que había pasado.
- Decidí pasar de todo.

Y total, que a las 19:00h (efectivamente, con otras 2h de retraso), llegué a Coruña, después de ir en taxi (pagado por Iberia, claro) desde Santiago.

Para entonces ya estaba tan harto (y a la vez tan cansado), que puse una reclamación en la misma ventanilla de Santiago en que pedí el taxi. Esa reclamación fue por el tramo Madrid-Santiago ¡Pandilla de vagos!

Luego, el día 24 subí hasta el aeropuerto de Coruña para poner otras dos denuncias: una por el tramo Ámsterdam-Madrid y otra por el global.

A las 2 semanas recibí contestación de parte de Iberia:
Le agradezco el tiempo que ha dedicado a dirigirse a nosotros y le pido disculpas por los inconvenientes que le pudimos ocasionar con relación a la pérdida de conexión provocada por el vuelo IB 0512 del día 18 de diciembre de 2009.

En función de la infraestructura y de la operativa local de cada aeropuerto, las compañías aéreas establecemos junto con las Autoridades Aeroportuarias unos tiempos mínimos que garantizan la conexión de los pasajeros y de su equipaje.

Cuando estos tiempos se reducen y el enlace resulta inviable, le facilitamos el modo más rápido para llegar a su destino, según la disponibilidad de los vuelos alternativos.

Para las otras dos reclamaciones:
Le agradezco el tiempo que ha dedicado a dirigirse a nosotros y le pido disculpas por los inconvenientes que le pudimos ocasionar con relación al vuelo IB 3215 del día 18 de diciembre de 2009.

La puntualidad es uno de los objetivos que primordialmente perseguimos, porque somos conscientes del valor que aporta a los desplazamientos la tranquilidad y la garantía sobre los planes de viaje previstos. Sin embargo, en ocasiones se producen situaciones excepcionales que nos impiden ofrecer con normalidad nuestro servicio.

Ese día hubo importantes alteraciones en nuestras operaciones de vuelo a causa de las condiciones meteorológicas existentes, que tuvieron como consecuencia el retraso de su vuelo.

El Reglamento CE261/2004 del Parlamento europeo, ha establecido normas comunes para el transporte aéreo de pasajeros que regulan la asistencia y las indemnizaciones que puede percibir un pasajero, y exonera a las compañías transportistas de cualquier responsabilidad por retraso o cancelación de sus vuelos cuando éstos son debidos a causas extraordinarias, inevitables y ajenas a las compañías aéreas, como sucedió en su caso.

y
He recibido su escrito y le agradezco que nos haya enviado sus comentarios relativos al vuelo IB 0548 del día 18 de diciembre de 2009.

Le pido disculpas por los inconvenientes que le hayamos podido ocasionar.

La puntualidad es uno de los objetivos que primordialmente perseguimos, porque somos conscientes del valor que aporta a los desplazamientos la tranquilidad y la garantía sobre los planes de viaje previstos. Sin embargo, en ocasiones se producen situaciones excepcionales que nos impiden ofrecer con normalidad nuestro servicio.

En su caso, el vuelo se demoró a consecuencia de la congestión del espacio aéreo existente en la zona, que produjo un importante desplazamiento de la actividad programada, con las consecuentes demoras, cancelaciones o desvíos de nuestras rutas hacia otros aeropuertos.

Cuando estas situaciones se producen, ofrecemos a nuestros clientes la atención y la asistencia necesaria en cuanto a manutención, alojamiento y llamadas telefónicas, tal y como establece el Reglamento Europeo y del Consejo, CE 261/2004, que regula normas comunes para la asistencia de los pasajeros ante retrasos superiores a dos horas.

La verdad es que me parecen excusas de lo más absurdo y es evidente que utilizan párrafos que copian y pegan, cambiando solo el destinatario. Pero al final mi única molestia fue llegar a casa con 6h de retraso. No sé si merece la pena ir a Consumo con esto. ¿Tú qué harías?

Por cierto, el regreso fue otro tanto de lo mismo y me pagaron la cena :-D.

martes, 26 de enero de 2010

¡Sigo vivo!

Hola, hola... ¿se me oye?

Sí, ya sé que esto lleva siglos muerto.
Sí, ya sé que estás en ascuas.
Sí, ya sé que te encanta mi prosa...

Pero es que entre pitos y flautas me he pasado un mes de aquí para allá. Pero ahora ya estoy aquí de nuevo. El único problema es que hace un frío del copón y probablemente eso me acabe recluyendo en casa más de lo esperado. Lo cual puede ser bueno porque tal vez me obligue a escribir más en el blog, ¿quién sabe?

Así que venga, ahí va un resumen para mantenerte al día:
  • Diciembre fue bastante ajetreado en el trabajo. Mucha actividad, vaya. Pero bastante llevadero después de todo.
  • Bueno, al menos, la parte de diciembre que pasé trabajando. Porque las 2 últimas semanas las pasé en casita (ojo, que la siguiente entrada tratará de nuevo de la incompetencia de las líneas aéreas).
  • La primera semana de enero estuve de nuevo en Maastricht: nuevo curso de formación para perfeccionar un poco el conocimiento del único producto que manejaba hasta entonces...
  • ... porque la tercera semana de enero la pasé en Barcelona aprendiendo un nuevo producto. Bueno, más bien, introduciéndome en él. ¡Qué calorcito hacía comparado con Ámsterdam!
  • Cuano volví de Barcelona, este viernes, ya no había nieve pero el sábado por la tarde-noche volvió a cubrirse todo de blanco y se depositaron 10cm de nieve, así, a lo tonto. De nuevo a no poder andar por ningún lado, etc.
Y así está el patio. Próximamente, más :-D.

Mientras, cuídate.