miércoles, 10 de noviembre de 2010

Galegos no mundo

Hace poco (o quizás un poco más) me volvieron a comentar que habían empezado a hacer un Españoles por el mundo a la gallega. Resulta que la Televisión de Galicia (o A Galega) emite Galegos no mundo. Y hay un episodio dedicado a Ámsterdam, cómo no. Puedes ver los episodios pulsando aquí.

Después de ver el capítulo de Ámsterdam, un par de comentarios:

  • Me ha gustado cómo lo han hecho. Hablan un poco de historia, arquitectura, modo de vida, estudios y trabajo.
  • Muestran todo demasiado idílico, a mi juicio, ya que no han mostrado ni una sola gota de lluvia, ni una nube... ¡y la gente en manga corta! Aunque bueno, eso es cierto; la gente va en manga corta y en pantalones cortos... ¡y hasta en minifalda y sin medias en noviembre! Pero no los gallegos. Al menos no los cuerdos.
  • Lo de vivir tropecientos en una casa es habitual (casi necesario, debido al precio). Además, sí que consideran las terrazas de las casas como lugares para hacer barbacoa, solo que no puedes pensar en sus barbacoas como las españolas. No habrá una cantidad ingente de costilla de cerdo adobada del día anterior con ajo, perejil y aceite. Ni chuletas. Ni chorizos criollos. Ni madera de roble en el fuego. Lo suyo aquí es más parecido a una merendola en la playa de las que hacen los veraneantes en España: parrilla comprada en el todo-a-cien (aquí lo llaman Blokker o Kruidvart... lo cual me recuerda que nunca he comentado el tema) que se dobla con solo mirarla y del tamaño justo para alojar a un tiempo dos hamburguesas de canto, hamburguesas prefabricadas industrialmente del Albert-Heijn, mendrugos de restos de pollo ensartados en un pincho y empaquetados en sus bandejas con su salsa viscosa pegoteada a ellos y carbón artificial que no pesa. Todo condimentado con su correspondiente variedad de salsas en contenedores de plástico. ¡Y lo ansían como agua de mayo durante todo el año!
  • Estoy de acuerdo con la chica que dice que echa de menos las montañas. ¡Es que aquí no hay ninguna! ¡Quiero ver ríos correr ladera abajo desde lo alto de un valle!
  • Corroboro que he oído a gallegos mayores gritando a la parienta lindezas del corte de "María, que é por aquí" a la altura de Waterlooplein, amparados por gorra de marca de piensos aleatoria y la tenue luz anaranjada del alumbrado público de esta ciudad.
  • No conozco el restaurante del matrimonio del principio del reportaje. Tengo que buscar.

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