miércoles, 30 de septiembre de 2009

Día de playa...

... o casi. Porque ha hecho un sol del copón durante el fin de semana. Y yo estaba un poco impaciente de conocer las playas holandesas (bueno, o al menos alguna de ellas). Así que me pillé 2 metros y un bus y, en algo menos de 2 horas, estaba yo en la IJmuiden en Zee.



Si no fuera porque hacía un frío de cuando el grajo vuela bajo, hasta me hubiera animado a disfrutar de la playa al estilo tradicional (tomar el sol, darme un bañito...).



Pero me conformé con ir hasta allí, tocar la arena y el mar, para después sentarme en una terraza (llamarlos chiringuitos sería devaluarlos) a disfrutar de un trozo de tarta de manzana y un café... a un precio sorprendentemente económico.



Lo más sorprendente, si cabe, es que cuando llegas a la playa te recibe el siguiente cartel:


Efectivamente, hay un museo de búnkeres antes de llegar a las dunas. ¡Alucinante!

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