Lo que más me extrañó, por otra parte, fueron los horarios. Aquí al mediodía hay que comer. El mediodía son las 12:00 P.M. y a esa hora se llena la cantina (ellos lo llaman canteen, en inglés). Afortunadamente, está abierta hasta las 13:30h, así que yo suelo intentar ir más hacia las 13:00 que hacia las 12:00h y así mantengo un poco los horarios. Porque los primeros días bajaba con el primer turno de comidas y tenía que empujar la comida para abajo...
Como ya he dicho alguna vez, la cena es a las 17:00h. Curiosamente, los holandeses cenan con bastante contundencia, mientras que al mediodía se toman una sopita hirviente (independientemente del calor en vigor) y un par de rebanadas de pan de molde (alternativamente, un bollo) donde untan cualquier cosa: mantequilla, bechamel, pasta de pescado, salsa de algún sobre...
Sin embargo, me cuentan que, en general, desayunan muy poco; ni siquiera sabría concretar qué.
En general, he encontrado varias cosas que destacan en este país a la hora de la comida:
- Todo es cuestión de salsa. Da igual qué es lo que haya debajo de ella, pero todo debe llevar una. Lo que más me extraña es que no cocinan cosas "en su salsa", sino que abren el bote que tengan más a mano y lo vierten en el plato. El súmmum es mezclar varias.
- Las frituras se llevan la palma. En las calles puedes encontrarte puestos de perritos calientes, de refrescos, freidurías... Incluso, en las pocas pescaderías que he visto (en realidad solo he conseguido encontrar una), tienen una sección de pescado frito, donde te lo sirven listo para comer al momento, o alguna receta elaborada... junto con sus salsas, claro.
- Krokketten (como las croquetas pero más alargadas y con el pan rallado más gordo) es la comida por excelencia. Y si a eso le unes patatas fritas (¿he dicho ya que les gusta todo frito?), tienes el menú de una persona en las diferentes comidas del día.
- Broodjes, o mini bocadillos de cualquier cosa. Estos suelen llevar lechuga y huevo cocido, más lo que toque. Los puedes encontrar en panaderías, puestos específicos... y quioscos; algunos se toman calentitos.
- Los holandeses se precian de ser los que más patatas fritas toman. Si no fuera porque eso ya me lo han dicho también en Portugal y en Grecia, igual me lo creía. En España tamppoco andamos mal de eso. Lo incluyo solo para que conste
- El café es el opio de este pueblo. Da igual la hora, da igual el lugar, da igual el entorno... ¡siempre hay alguien tomando café! Algunos toman té... los miran como bichos raros
- Y en cuanto a los dulces, aquí a la gente le gustan los stroopwafels. Son una especie de galletas que se compran en el súper, compuestas por dos barquillos que emparedan una capa pegajosa de sirope de arce (creo). He probado dos marcas y he de reconocer que están ricos y me los raciono a razón de uno cada tarde
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Si hoy hablo de comida, es porque ¡he acabado hasta los webs de tanta fritanga y tanta rebocina! Quise dármelas de holandés y copiarlos un poco, así que elegí el único plato que había con pescado hoy en la cantina, que eran mejillones rebozados y fritos ¿habrase visto? ¿¡quién narices se pone a rebozar mejillones uno a uno...!? En fin... había que acompañarlos con algo, así que les eché por encima una salsa que solo sé que llevaba mostaza. Y pillé un plato de patatas fritas. Además, para rematar, pillé una krokkette de esas típicas y la salsa que le echaba todo el mundo por encima... ¡que no dejaba de ser mostaza! Era más carne que bechamel, dentro de una capa gordísima pero frágil de pan rallado. Y frita, claro. Total, que me costó bastante acabarlo todo porque eso llena mogollón... y eran las 12:30h. Así que hoy, que tengo unas pechugas de pollo que pensaba cenar, voy a pasar de freírlas y a ver si mañana me apetecen más.
Por cierto, si se te ocurre una receta alternativa para las pechugas (que no implique freírlas), estoy abierto a sugerencias. Déjamela en los comentarios.