jueves, 9 de julio de 2009

El trabajo

Como sabrás, trabajo para una empresa que Hace Productos. Y después de una semana en ella, solo puedo decir que me gusta.

Para empezar, lo primero que vi es que tendría café, té, chocolate, tiritas... ilimitados y gratuitos. Sí, has leído bien, tiritas. Porque en un país moderno y civilizado, nunca sabrás cuándo te harán rozaduras los zapatos. Yo ya lo descubrí el segundo día y no me lo podía creer, al ver que me podía llevar, junto al café, la tirita.



De todas formas, todavía no puedo decir nada sobre lo que será mi trabajo, porque no estoy haciendo nada de eso. Me tienen en periodo de formación, con lo que me paso el día viendo vídeos (de ahí que necesitase los cascos que compré después del móvil) y mirando lo que hacen los veteranos, para aprender de ellos. De hecho, hoy mi jefe me dijo que no fuera tan rápido, que no podía acabarme todos los tutoriales antes del sábado...

La empresa es internacional, así que tengo compañeros de todas partes y allí se hablan mogollón de idiomas. Al margen de que el inglés es "lengua vehicular" y que el holandés es lo que todos regurgitan unos a otros, yo al cabo del día hablo castellano unas cuantas veces. También lo oigo a gente en mesas que están más alejadas, por aquí y por allá. Me sorprendió.

Sobre el ambiente de trabajo, es muy distendido aunque cada uno hace lo que tiene que hacer. Son bastante estrictos en ese sentido. No veo demasiada conciencia de equipo, pero tampoco hay tensiones. ¿Será que son así de fríos los holandeses? Y es que tampoco los veo fríos. Y es que tampoco son holandeses. ¡Ay!, ¿cómo explicarlo...?

Para que te hagas una idea: yo suelo hablar bastante con un par de italianos, charlamos de cualquier cosa, le buscamos la gracia y nos reímos a carcajada limpia... Y los demás, a veces, también se ríen, pero es como que se contienen más. Estoy aprendiendo una de tacos en italiano... ¡y qué bien suenan, oye!

Acabando, ya, añadiré que soy el más joven de mi equipo. Y me atrevería a decir que del edificio. Así que no creo que pueda ir de juerga con ellos. Pero a cambio tienen muchos trucos que contar y eso también es valioso. Mi jefe no es mayor, tampoco, aunque insisto en que no sé calcular la edad de los holandeses porque no sé en qué punto el pelo se les vuelve canoso o es su rubio platino natural.

En fin, un abrazo y hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. ¿Que los tacos italianos suenan bien? Eso es que no te has familiarizado con los holandeses, yo los suelto aquí en Madrid y me huyen...

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  2. No, no conozco tacos, aunque en realidad siempre me parece que insultan cuando hablan... ¡Pero puedes ilustrarnos cuando quieras!

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